El 5 de febrero de 1558 el gran toqui Caupolicán fue apresado cerca de Antihuala por Pedro de Avendaño, tras intentar atacar el Fuerte Tucapel, sin éxito.
Cuenta la historia que Avendaño -con 50 hombres y Andresico, un mapuche traidor- marchó en clima tempestuoso por las montañas a Pilmaiquén y capturó a Caupolicán, el 5 de febrero de 1558, mientras éste planeaba una nueva contraofensiva contra los españoles.
Avendaño, llevó al toqui de nuevo a Cañete, donde el corregidor Alonso de Reynoso lo condenó a morir empalado.