El pueblo mapuche de la comuna de Los Álamos junto sus autoridades e invitados especiales celebraron, esta mañana, el levantamiento de tres chemamull (dos hombres y una mujer) en el acceso a la laguna de Antihuala.
Estas esculturas, según la cosmovisión mapuche, ayudan a que el alma de los difuntos se encuentre con los antepasados. Sin embargo, para el pueblo mapuche alameño tienen un significado más profundo; primero, y principalmente, porque a través del chemamull lamuen (mujer) se está dando vida y cuerpo de madera a una leyenda de la localidad de Antihuala. Segundo, porque al erguirlas en el acceso a la laguna (que es propiedad de Bosques Arauco) se está estableciendo una relación de reconocimiento hacia al pueblo mapuche por parte de la forestal. Y tercero, porque el levantamiento es fruto del trabajo, las múltiples gestiones y el finamiento de muchas personas e instituciones.
Así lo destacó el alcalde Pablo Vegas, quien también felicitó a los dirigentes de la mesa urbana mapuche de Los Álamos por concretar este hito, especialmente a la presidenta de la comunidad Mapudungun de Antihuala, Herminda Ramírez, quien “además de ser la dueña de casa, se ha preocupado por trasmitir la cultura mapuche a los pichikeche (niños) que tiene en su comunidad y desde hoy también a todo el pueblo, a través de estas esculturas que construyó Eugenio Salas (artista visual y nombreado embajador cultural de la comuna) y financió la Embajada de Francia y nuestro municipio”.
LA LEYENDA TOMÓ CUERPO DE MADERA
Aunque se ha consensuado que el nombre de la localidad de Antihuala significa “ave acuática asoleada” (porque traducida al mapudungun proviene del “antü” que es sol y “wala” que es ave acuática) existe la leyenda de una joven mapuche llamada “Wala”, que desde hoy toma cuerpo de madera, según el relato de José Huentelao, uno de los dirigentes de la mesa urbana mapuche de Los Álamos:
Wala desde pequeña acudía a la laguna a refrescarse y ver el reflejo de su rostro en el agua, y aunque pudiera decirse que amaba estar en ese lugar, decidió quedarse fuera de la laguna a cuidar de sus antepasados, después de que se negó a casarse con el Dueño del Agua, quien atraído por la belleza de la joven, la sumergió hasta las profundidades, lugar donde Wala vio todas las cabezas de sus antepasados que habían muerto a manos de este señor que ahora la pretendía.
Por tanto, el chemamull lamuen, que quedó erguido esta jornada es “Wala” que hasta hoy cuida de sus antepasados en la localidad.